Luego del surgimiento indiscutible del Movimiento Social por la Educación en Chile con sus hitos fundantes y consolidantes de 2001, 2006 y 2011, se hace necesario preguntarse hacia dónde vamos los y las profesores en el derrotero de los cambios que necesita la educabilidad chilena post-dictadura. Cierto es que el Neoliberalismo nos relevó a la condición de meros ejecutores técnicos de la reproducción escolar, por eso ante las políticas educativas de los 80’s, 90’s, y dosmiles tanto como sindicato/organización gremial o como personas no tuvimos mucho que decir y que hacer, porque no nos dejaron decir ni hacer nada. La dictadura y los gobiernos de la Transición nos impusieron Comisiones Técnicas y Consejos Asesores[1] que finalmente delinearon y aprobaron los proyectos educativos de la casta político-empresarial chilensis. Así ocurrió primero con la LOCE, luego con el Estatuto Docente, con la Reforma Curricular de los 90’ y luego con el reemplazo de la LOCE por la LGE con algunos maquillajes. Y la afirmación a continuación es tajante: Lxsprofes no hemos sido consideradxs ni hemos tenido parte en la investigación, en el diseño y en la puesta en práctica de las Reformas Educativas Neoliberales(Birgin (1999); Tiramonti y Filmus (2001); Torres (1999); Mango y Vázquez (2003), Suárez (2003), Gentili (2004) Pavez (2005), Assael (2008).
¿Hacia dónde vamos los profes con esta
institucionalidad educativa? El rechazo a la propuesta de Agenda Corta del
gobierno[2]
nos devolvió un poco de aquella dignidad pérdida, y era claro que debía
rechazarse la propuesta de la Nueva Mayoría, por las siguientes razones:
-El no reconocimiento de la Deuda Histórica por parte
del Ejecutivo es el fiel reflejo de la aceptación de la continuidad neoliberal
por la otrora Concertación de Partidos por la Democracia. El gobierno
circunscribe la deuda a un problema previsional, una óptica subsidiaria como
tantas otras de estos últimos cuarenta años.
- Respecto del Ingreso Mínimo Docente, el aumento de
12,4% sólo beneficia a menos de la quinta parte de los 180.000 docentes del
país. La actitud del gobierno fue engañosa y especulativa al indicar
tácitamente que era una subida general.
- Respecto del agobio laboral, el gobierno continúainvisibilizando
las paupérrimas condiciones del trabajo docente, ante ello es fundamental la lucha
por la paridad 50-50 de horas lectivas y no lectivas, así como la regulación del
derecho a las vacaciones, el pago de bonos por ley, y en este acápite se
incluye el rechazo a la estandarización a que se somete a los profes y a lxs
estudiantes con la Evaluación Docente y el SIMCE, instrumentos de evaluación de
probada ineficacia y segregación[3].
No basta con
fiscalizaciones y compromisos, se requiere claridad
para mejorar y dignificar el trabajo docente.
- El Bono de Retiro de 21.500.000 es una cifra magra,
comparada con los 23.880.000 calculados por el aumento salarial de 19,4% entre
2010 y 2014. Además, el gobierno restringió el monto máximo sólo a los docentes
de jornada completa.
- La Titularidad de los docentes a contrata debe ser pública
y previamente consensuada con la organización gremial docente. Se necesita
claridad respecto del universo de profesores que va a adquirir titularidad. El
gobierno “no hizo la Pega” aduciendo falta de tiempo para hacer la “indicación
sustitutiva”.
Finalmente, el incorporar al Acuerdo temas que no
estaban en él por su complejidad, como es el caso de la Carrera Profesional, teniendo
como base el Programa del Gobierno (que implica, entre otros, el tema de la obligatoriedad
de la Prueba Inicia) y los planes de participación que no son vinculantes con
la Reforma, es la guinda de la torta de las falsas promesas de la Nueva
Mayoría. Un tema como la Carrera Profesional Docente requiere de la exhaustiva
participación de la mayoría de lxs maestros y maestras a los largo de Chile.
Son muchos los temas que rodean la Carrera Profesional: remuneraciones,
escalafones, grados, ascensos, movilidad en sentido horizontal y vertical,
tiempo de la carga horaria para la organización de la enseñanza, formación
continua, investigación educativa, evaluación real del desempeño, etc. Que
deben ser discutidos por todxs. No podemos darle un cheque en blanco nuevamente
a una reforma que no conocemos y en la que no nos han dado participación.
Ante esto, lxs profesores organizados[1]
dieron un paso adelante y llamaron a rechazar el acuerdo en la Consulta del 19
de agosto, lo que se impuso a la postre con un digno 53%. Lo que viene por
delante es un camino difícil, sobre todo por lo que cuesta movilizar a lxs
profes en las escuelas, temerosxs de perder sus horas de clase o alienadxs con el
sombrío cotidiano de sus labores. Para negociar se necesita el poder de tomarse
las calles, ya lo han demostrado los estudiantes, es hora de ponerse pantalones
largos con el deber moral de devolverle a Chile su estampa de cuna de poetas y
soñadores.
[1] Entre ellos, MOVIMIENTO AMPLIO POR UN NUEVO COLEGIO, MOVIMIENTO POR LA
REFUNDACIÓN GREMIAL Y PEDAGÓGICA, MOVIMIENTO POR LA UNIDAD DOCENTE y FUERZA
SOCIAL Y DEMOCRÁTICA, que firmaron el llamado a rechazar el Protocolo de
Acuerdo de la Agenda Crta el 14 de agosto de 2014.
Bibliografía
Assael, Jenny (2008) POLÍTICAS EDUCATIVAS Y TRABAJO
DOCENTE EN CHILE. Ponencia presentada al VII SEMINÁRIO REDESTRADO – NUEVAS
REGULACIONES EN AMÉRICA LATINA, BUENOS AIRES, 3, 4 Y 5 DE JULIO DE 2008.
BIRGIN, Alejandra; (1999) La regulación del trabajo de
enseñar. Buenos Aires: Troquel.
GENTILI, PABLO, DANIEL SUÁREZ, FLORENCIA STUBRIN,
JULIÁN GINDÍN (2004) REFORMA EDUCATIVA Y LUCHAS DOCENTES EN AMÉRICA LATINA.
Educ. Soc., Campinas, vol. 25, n. 89, p. 1251-1274, Sept./dic. 2004. Disponible
en http://www.cedes.unicamp.br
MANGO, M.; VÁZQUEZ, S. (2003) (Comp.).
Descentralización y municipalización: el debate del espacio público en la
escuela. Buenos Aires: CTERA, 2003.
PAVEZ URRUTIA, Jorge (2005): Las reformas educativas
en Chile. Internacional de la Educación. Oficina Regional
de América Latina. Santiago de Chile.
SUÁREZ, Daniel. (2003) Los efectos pedagógicos de la
reforma educativa de los ’90 en Argentina: reconfiguración del currículum,
descalificación docente y control tecnocrático. Revista Novedades Educativas,
Buenos Aires, v. 15, n. 155, dic. 2003.
TIRAMONTI, G.; FILMUS, D. (Coord.).(2001) Sindicalismo
docente y reforma en América Latina. Buenos Aires: FLACSO; Temas Grupo, 2001.
TORRES, Carlos A. (1999) El rol de los sindicatos
docentes, el Estado y la sociedad en la reforma educativa. Boletin n. 2 del
Proyecto “Sindicalismo docente y reforma educativa en América Latina”. Buenos
Aires: FLACSO-PREAL, 1999.
El tema de Educación es gentileza de José Santis para Diario El Portal Información y Cultura.
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